Los sistemas biológicos de tratamiento de aguas residuales, son delicados equilibrios ecológicos, donde las bacterias “amigas” degradan la materia orgánica y crecen y multiplican, de manera que sea fácil separar el agua de los microorganismos (lodos).
Cuanto más pequeña es la depuradora, más vulnerable es ante la aparición de contaminantes ó residuos que son difíciles de degradar. El vertido de pañales, compresas y otros sólidos puede dificultar la circulación del agua en la depuradora.
Para un funcionamiento óptimo de la depuradora, debemos seguir los siguientes consejos:
SÍ SE PUEDE
- Aguas fecales
- Aguas de cocina
- Aguas de lavavajillas
- Aguas de lavadora
- Agua de bañera y ducha
- Papel higiénico
- Émbolos biológicos
- Pequeñas cantidades de agua con lejía (lavadora semanal usando lejía al 5% de concentración)
- Pequeñas cantidades del limpiador sanitario
- Limpiadores sanitarios biológicos
NO SE PUEDE
- Agua de lluvia
- Pintura, barniz, diluyentes y similares
- Fotoquímicos
- Aceite de motor
- Altas concentraciones de grasas
- Altas concentraciones de lejías
- Émbolos
- Medicamentos
- Toallitas húmedas
- Tampones
- Compresas
- Pañales
- Restos de comidas
- Embalajes, cartonajes, plásticos
- Preservativos
- Productos de aceites
- Ácidos
- Disolvente
- Sustancias que puedan provocar tapones
- Insecticidas, fungicidas, sustancias químicas contra malas hierbas
- Sustancias químicas para el inodoro de caravanas